Educación personalizada
La personalización, como principio pedagógico, se apoya en la singularidad, la autonomía y la apertura a los demás. Requiere conocer el carácter de cada uno, sus inclinaciones y capacidades, su ambiente familiar y social.Se trata de una educación adaptada a las posibilidades, cualidades y necesidades de quien la recibe; de buscar los métodos y motivaciones más adecuados; de ofrecer las ayudas necesarias para la maduración personal, según los rasgos que individualizan a cada persona, y para su orientación vocacional.
Participación del alumno
La participación activa de los alumnos en el aprendizaje y en la propia maduración es indispensable en un tipo de educación que se concibe como proceso personal, continuo y dinámico.La educación personalizada favorece el desarrollo de la capacidad permanente de aprender, de querer aprender, y, especialmente, de aprender a ser.
Jerarquía de valores
Promovemos un proceso educativo que ayude a los alumnos a descubrir y a asumir una jerarquía de valores que dé sentido a su vida.
Atención a la diversidad
Consideramos la atención a la diversidad como un elemento imprescindible en nuestro quehacer educativo. Por ello se debe procurar en cada caso el tipo de educación más adecuado a las personas concretas y una respuesta a sus peculiaridades, intentando que la acción educativa esté conectada con sus características psicológicas y con el contexto sociocultural al que pertenecen y en el que viven.
Prioridad del amor
Pretendemos que el amor sea el principio de toda la acción educativa. Relaciones de cariño y gratuidad que se concretan en dedicación de tiempo y energía.Ayudar a crecer a las personas requiere criterios y objetivos bien definidos, comprensión y firmeza a la vez; el verdadero amor a los que educamos hace posible este equilibrio difícil y necesario, entre la flexibilidad y la actitud firme, entre la suavidad y la exigencia.
Motivación y estímulo
Corresponde a una educación positiva el empleo de métodos que motiven y estimulen, que ayuden a aprender sin excesivo esfuerzo ni fatiga. En esta línea, tiene toda la importancia y vigencia el empleo de el método más alegre aconsejado por la Madre Cándida.
Comunicación
Es importante desarrollar la capacidad de comunicarse; por ello, abrimos a los alumnos hacia las diferentes formas de lenguaje que se dan actualmente, capacitándolos para la valoración y uso crítico de los medios y las tecnologías de la información y la comunicación.
Creatividad
Favorecemos y valoramos la iniciativa personal, la creatividad, como capacidad de búsqueda de nuevas respuestas en distintas áreas del conocimiento y de las relaciones, así como la expresión original de las propias capacidades.
Evaluación
Del mismo modo que evaluamos la consecución de objetivos por parte del alumno, evaluamos nuestra acción educativa para comprobar si constituye la respuesta adecuada a sus necesidades.
Imagen de Dios
En el centro de nuestro planteamiento educativo está la persona, amada por Dios, con un destino trascendente y una dignidad única, independientemente de sus cualidades, su sexo, su cultura, o su estrato económico-social. Cada hombre y cada mujer, son igualmente imagen de Dios y, en ellos, Dios mismo debe ser contemplado, respetado y amado.
Respuesta creyente
Nos proponemos ayudar a descubrir el misterio de la persona, que nos desvela el Señor Jesús, y cooperar en la búsqueda de respuestas a sus interrogantes más profundos.Presentamos, a través de la acción educativa, una visión unitaria de la persona, que quiere ser transparente ante la mirada de Dios y darle una respuesta auténtica en cada momento de la vida.
Crecimiento en libertad
Aspiramos a favorecer el proceso de liberación de cada uno y a cooperar en la creación de una escuela donde los derechos y los deberes de todos sean reconocidos, donde la libertad pueda ser valorada y ejercida.
Persona para el servicio
Cooperamos en el proceso de crecimiento y maduración de la persona llamada, dentro de la comunidad, a ser miembro capacitado para servir a otros, para ser “miembro útil“ en la Sociedad, en la Iglesia y en la Familia.
Persona solidaria
En esta manera de concebir la vida como servicio y colaboración, destacamos la formación de personas solidarias, capaces de servir y amar a todos, especialmente a los más necesitados, desde una opción clara por Jesús, el hombre para los demás, para el servicio, para los pobres.
Inculturación y universalidad
El sentido de universalidad heredado de la Madre Cándida se proyecta en educar a la persona para la apertura y la tolerancia en cualquier lugar y ante cualquier grupo humano. Al mismo tiempo, educamos para conocer y apreciar la propia cultura: valores, lengua, costumbres, religiosidad y tradiciones.
El trabajo bien hecho
Motivamos a las personas para el trabajo bien hecho, para llevar a cabo responsablemente la profundización en el saber, el trabajo intelectual o físico que supone toda preparación profesional.
Clima Evangélico
La atención prestada a la educación integral cristiana revela un concepto de educación que va más allá del puro cultivo intelectual. Ponemos un fuerte acento en determinados valores evangélicos: amor y solidaridad, sencillez y cercanía, libertad, alegría… La vivencia cristiana debe ser el fundamento sobre el que desarrollamos nuestra misión.
Amor universal y solidario
La experiencia de Dios como Padre nos lleva a la consideración evangélica del otro como prójimo, que implica: amor universal y solidario y actitudes de fraternidad y servicio.En la Comunidad Educativa, esta experiencia orienta las relaciones entre los diversas personas y estamentos de forma que sean abiertas, fraternas y universales.
Sencillez y cercanía
Un estilo de convivencia marcado por la sencillez y la cercanía, en el que cada uno se reconoce y se acepta a sí mismo y a los demás, favorece la valoración y el respeto, la tolerancia y la comprensión de cada persona con sus cualidades y limitaciones, sin posturas de superioridad o rechazo.
Libertad
El ejercicio de la libertad, como un derecho y una necesidad, contribuye a la superación de esclavitudes internas y externas, favorece el discernimiento y permite elegir el bien en cualquier circunstancia, y ayuda a las personas a madurar y a ser capaces de tomar sus propias decisiones.
Alegría
La tónica de alegría, insistentemente subrayada en nuestra tradición educativa, arranca de los orígenes. Se trata de una alegría serena y profunda que brota de la paz interior, del comportamiento responsable.
Justicia
Educar para un mundo más justo como adhesión al proyecto de Dios y seguimiento de Jesús pobre y humilde, es opción ineludible desde la fraternidad cristiana.
Para ello hay que llegar a la comprensión de que todo ser humano necesita ser liberado de la injusticia, en cuanto que la padece y en cuanto que la crea o puede llegar a crearla, y a potenciar actitudes de compartir, así como a crear hábitos de sobriedad y austeridad.
Paz y No Violencia
En una cultura de violencia y agresión, muy sensible a los conflictos interpersonales y a las dificultades de convivencia a todos los niveles, destacamos el valor de la paz y la no violencia y la búsqueda de alternativas para llegar a hacer un mundo más pacífico.
Diálogo fe-cultura
Con relación a la cultura, entendida como postura global ante la vida, la fe tiene una palabra que decir y una propuesta de sentido que hacer: Introducir en cada cultura el Evangelio de Jesús y descubrir en ella sus huellas; prestar atención especial a los desafíos que la cultura lanza a la fe.
Debemos ofrecer a los alumnos claves cristianas de interpretación y de discernimiento humano-cristiano de la realidad social, cultural y científica.
Sentido crítico
Desarrollamos el sentido crítico, necesario para enjuiciar los elementos, valores y contravalores que configuran la cultura así como la capacidad de discernir situaciones y tomar opciones personales.
Trabajo en equipo
Vivir y trabajar con otros requiere fomentar algunas actitudes y experiencias: espíritu de equipo y colaboración, reconocimiento de lo que cada uno recibe de los demás, aportación de la riqueza personal y ayuda desinteresada en el trabajo intelectual o físico.